Aquí estoy, como siempre, pensando en ti.
Y bebo, mirando la copa en la que dibujo
tu rostro, y me pregunto hoy, al igual que todas las noches, “¿por qué no estás
a mi lado?”
Falta en mi vida tu presencia, tu sonrisa,
tu caricia, tu cuerpo, tu olor y hasta esa forma rara que tienes de mirarme.
Sólo tengo tu sombra, tu recuerdo, el
recuerdo de lo que somos o de lo que fuimos, no sé…
Te bebo a cada sorbo, te encuentro en cada
bocanada del cigarro que exhalo y, aunque no lo creas, te respiro a cada
segundo.
¿Por qué?
Por que vives en mí, te llevo dentro de mi
piel, ésta que quisiera arrancarme para no sentir el amargo dolor que me deja
tu ausencia… Aquel dolor que me deja el saber que tú no sientes lo mismo que yo
en este preciso momento…
Y ahora dime: ¿Cómo lo haces tú? ¿Cómo
consigues tener siempre una sonrisa en tus labios, en tu boca? ¿Cómo haces para
estar siempre inmerso en ese mundo en el que solamente importas tú, en el que
no vive nadie?
Porque yo te veo en cada cosa que miro, en
la sonrisa de los niños, en el sol que me despierta cada mañana, en el cereal
que desayuno, en el pavimento que contemplo mientras camino, a cada paso, en
cada paso que di ayer, en el que doy hoy y en el que daré mañana…
Porque eres parte fundamental de mí ser,
de la persona que soy y de la que quiero ser para ti, hasta que de una vez por
todas te des cuenta de que me necesitas, que me quieres, porque eso quiero: que
me quieras, que me sueñes, que me respires a cada segundo…
Quiero ser tu aire, la sombra que te sigue
a cada momento, la que mira cada uno de tus movimientos y no sólo ese deseo
carnal, porque la carne se acabará en cualquier momento sin nosotros decidir
cuándo…
El alma queda, y quedará, hasta el día en
que tengamos que decir adiós definitivamente…
No, no eres un capricho ni un producto de
esta imaginación desbordada que me lleva siempre, sin importar el camino elija,
a ti, siempre a ti, a todo lo que tú eres para mí y simbolizas en mi decadente
existir…
Quisiera que te dieras cuenta de que
dependo de ti… Que al conocerte pasé de ser independiente a ser dependiente de
lo que tú dices, de lo que tú quieres, de lo que tú ansias. De ser racional a
irracional…
Esta noche me he propuesto escalar en tu
horizonte, entrar en tus sueños e hilvanar una nueva fantasía en la que el
único mundo que quieras sea el que encuentres a mi lado, al lado de esta mujer
que tanto te ama, que te ansia siempre, que te espera y que te desea a cada
momento…
Te conozco tanto que… ja! Sé las cosas que
forman parte de esa cotidianidad que compartes conmigo en los instantes en que
estamos juntos… Los que compartimos cuando tú así lo deseas…
De qué lado te gusta dormir, sé que roncas
sin parar y que cuando despiertas sólo quieres ir a trabajar, a llenar tu vida
de tantas cosas materiales que un amor como el mío no puede, ni podrá, comprar
jamás… Y es que tu mundo y el mío son tan raramente diferentes… Porque tu mundo
eres tú, y mi mundo eres tú…
Y me burlo a cada instante de mí, de
aquello en lo que me he convertido gracias a ti, a tu constante indiferencia…
¿Cuándo iba a imaginarme yo que podría
querer a un personaje como tú de semejante manera?
Eso eres… Un personaje que ha entrado en
esta historieta de la que ni siquiera yo conozco cual será el final… de la que
ojalá algún día pueda resolver y encontrar el final de esta razón que
extrañamente me ata a ti y constantemente y a cada momento me mata…
Porque te quiero, te amo y te necesito…