jueves, 8 de diciembre de 2016

Que alguien te haga sentir cosas sin tocarte es admirable

A veces, dos almas se encuentran como lo hacen las estrellas más antiguas del firmamento. Casi sin saber cómo, entramos en un mismo campo gravitacional donde casi todo encaja. Hablamos de esa seducción mental que va más allá de la física, porque atrapa y encandila, ahí donde dos almas se acarician y navegan con el mismo rumbo. 



A la hora de hablar de la atracción hemos de tener en cuenta que gran parte de esos mecanismos se rigen por procesos inconscientes. El físico es nuestra carta de presentación y un gran reclamo, lo sabemos; sin embargo, este reclamo no es siempre el señuelo perfecto ni el más infalible. La biología, la química y nuestras necesidades psicoemocionales dan forma a ese campo gravitacional donde acercarnos hacia unos perfiles determinados, con los que a veces, casi sin saber cómo, surge la magia y un proyecto vital.




No hablo en absoluto de "almas gemelas", sino de personalidades que conectan, que están en perfecta sintonía y que son capaces de crear un vínculo fuerte y enriquecedor. Un tema interesante y con muchos matices. 




La atracción mental no busca almas gemelas, busca compañeros de viaje. Irónicamente, más de la mitad de las personas creen que las almas gemelas existen. Es decir, que las personas estamos destinadas entre nosotros y que ese tipo de atracción transciende a lo que, a simple vista, es comprensible. 




Dentro de la visión del concepto de las almas gemelas, el aspecto de la atracción mental es sin duda un pilar básico. No obstante, este tipo de atracción va más allá de los simples procesos mentales asociados a la conjunción en cuanto a valores, necesidades y afectos para llegar a un campo más bien espiritual. 




Amar no es sólo querer, es sobre todo comprender. Queda claro que para una visión científica este enfoque no es válido. No lo es porque hay quien deja en manos del destino aspectos que deben estar bajo nuestro control; porque la auténtica atracción mental no entiende de magia ni de destinos, sino de la conjunción de dos personalidades maduras que, más allá de un amor eterno, lo que buscan es una relación presente, un compañero de viaje por el cuál luchar cada día. 




Yo soy de esas personas que creen en las relaciones afectivas como parte de mi propio crecimiento personal y emocional. En este caso, el destino tiene poca o ninguna importancia. Nadie está predestinado a nadie, somos nosotros quienes lo creamos invirtiendo tiempo, voluntad y esfuerzo cuando encontramos a ese compañero de viaje. 




La atracción mental responde, en este caso, a una concordancia en cuanto a intereses, pasiones, valores y la facilidad con la que negociamos, con la que nos entendemos para llegar a acuerdos sin esperar a que la otra persona "adivine" qué nos ocurre. Entenderlo de otro modo nos podría llevar a una profunda frustración. 


viernes, 2 de diciembre de 2016

El pasado no se olvida, así que distráete

Está claro que los últimos meses no han sido los mejores de mi vida, pero tampoco han estado tan mal. Me han hecho madurar muchísimo como persona, me han hecho abrir los ojos de golpe otras veces y bueno, me han hecho también daño, que me ha servido para aprender deprisa. Este mes llega la energía, ya siento como me lleno de efervescencia y de vida. He vuelto y quiero quedarme por mucho tiempo, así que, que se prepare el mundo. Dicen por ahí las malas lenguas y los envidiosos que nunca aprendo de mis actos, que no sé lo que quiero, que siempre ando de un lado a otro sin tener nada claro. Pero voy a demostrar a muchos que lo que quiero voy a conseguirlo como sea, que mi fuerza de voluntad es mucho más fuerte de lo que algunos se piensan, y que mi motivación no la frena nadie; y sé que a final de año, todo eso traerá una buena recompensa.

Este mes voy a estar muy ocupada, en realidad es lo que más me conviene ahora. Si en algún momento no me apetece apuntarme a ningún plan  haré un esfuerzo. No me conviene quedarme mucho tiempo a solas. Que esté más animada este mes no significa que haya cosas que no se me olvidan del pasado, por eso, cuanta más distracción mejor. Llegarán momentos súper emocionantes, me invitarán a eventos, a comidas familiares y, tal vez, llegarán encuentros inesperados... Necesito ese calor, ahora lo necesito mucho. Y desconectar del día a día, un día a día marcado últimamente por algunos momentos un tanto amargos.

Voy a tener sentimientos de libertad de nuevo, confianza en mí misma, me desharé de todas esas dudas que llegaron. Sé que la gente echa de menos mi forma de ser habitual, la persona alegre que siempre anima la fiesta. Rodearme de los míos será imprescindible a nivel emocional, y es lo que sin duda me dará fuerzas para empezar un nuevo año con nuevos propósitos, sueños y metas. Empezaré el año con fuerza suficiente para que cualquier cosa suceda, cualquier cosa que desee