domingo, 23 de septiembre de 2018

Vivir lejos de casa no es para todos

Vivir lejos de casa no es para todos. 
Debes tener un corazón grande, lo suficientemente grande como para empacar todo lo que dejas: alegrías y dolores, amigos y amores.
Este bagaje cardíaco late incluso cuando tocas un suelo que no te pertenece, cuando estás acostado en un colchón que no tiene tu forma, y una almohada incómoda, y miras al techo y te preguntas a dónde vas.
Amigos que no son tuyos, una ciudad que no es tuya. 
Debes tener un corazón que a veces teme que otros se hayan olvidado, porque el presente ha tomado el control de sus vidas. 
Así que te acuestas en el colchón que ahora ha sufrido un poco tu peso,y la almohada es más suave por un lado,y vas encaminando el destino, tu destino. 
Estamos hechos de otra pasta, quien no lo vive no puede entenderlo.