"Cuantos nervios y cuanto estrés, pero hay que dar un último empujón que ya queda poco". ¿Alquien está familiarizado? ¿Estudiantes? ¿Opositores? Yo soy un ejemplo claro de esta situación. Este viernes tengo el primero de tres exámenes que me trae por la calle de la amargura. ¿Es sólo sensación mía o a medida que se acerca un examen complicado nuestro cerebro nos juega malas pasadas y nos hace creer que sabemos mucho menos de lo que en realidad sabemos? Creo que en esos días (hoy es uno de ellos) comprendo por qué decía Diógenes eso de que "cuanto más sé, más grande veo mi ignorancia". Hoy quiero dedicar mi post a todos esos estudiantes que sufren este mismo problema. Desde mi experiencia personal, los nervios pueden jugar muy malas pasadas, pueden hacer que nos quedemos en blanco en un examen, que nos entren ganas de vomitar, nos suba o baje la tensión...en fin, mil faenas que nos impiden demostrar todo el trabajo que hemos hecho en las últimas semanas, meses...No sé vosotros, pero yo en más de una ocasión he dejado de ir a un examen por culpa de esos nervios previos. En primer lugar quiero deciros que no presentarse a un examen, a menos que no corra convocatoria, es la mayor tontería del mundo. Hay que pararse a pensar un momento. A ver, ¿habéis ido a clase? ¿Habéis hecho todos los trabajos que se os han pedido? ¿Habéis pasado apuntes a limpio? ¿Habéis leído o estudiado la materia? En caso afirmativo quiero que me contesteis objetivamente una pregunta: ¿no os parece que algo (aunque sea una tercera parte de la materia) habréis retenido? ¿Por qué no intentarlo? El cero ya lo teneis asegurado; ¿qué hay de malo en presentarse? A partir de ese cero de partida. todo lo que sume ya es un pequeño logro que nos acerca más al aprobado. No quiero ser dura con vosotros, especialmente porque a mí me cuesta mucho aplicarme el cuento, pero yo tengo la suerte de tener a gente a mi alrededor que se encarga de ponerme las pilas cuando los nervios deciden hacer de las suyas. Si esto no os convence del todo, pensad que aunque esto cueste y sea un engorro no será para siempre...estamos haciendo un esfuerzo muy grande para conseguir un fin, y ese fin puede ser el mejor aliado en esos días en que no estamos en lo que estamos, nos cuesta ponernos a estudiar y sentimos la tentación de dejar que la pereza se adueñe de nosotros. Ya para acabar, utilizaré una frase de Maquiavelo fuera de su contexto original y que para este caso en particular nos viene como anillo al dedo: "el fin justifica los medios", así que dejad que ese fin, ese sueño que teneis os guíe y os dirija en los días malos.
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