sábado, 22 de febrero de 2014

¿LA VIDA? ASÍ PASA LA VIDA


¿La vida? Así pasa la vida. Vivimos llenos de engaños y dolor, y únicamente nos damos cuenta de ello ahora que somos lo suficientemente maduros, que nuestra inocencia infantil ha desaparecido y que nuestra lógica infantil que encontraba respuestas a todo se ha desvanecido. Cuando somos pequeños tenemos la tendencia a creer que la vida es fácil y la inocencia que poseemos no es considerada un crimen, sino una virtud que no somos conscientes que irá difuminándose a medida que empecemos a ganar madurez.

Cuando éramos niños los amigos no tenían ningún tipo de interés, el amor de una madre bastaba para sentirse queridos y la felicidad se encontraba fácilmente. Ahora, en cambio, todo es más complicado. Nos convertimos en esclavos de sentimientos que nunca terminamos de entender cómo funcionan, y esto solo nos provoca tristeza y amargura. Los conceptos de amistad, amor y felicidad son completamente diferentes, ahora todo es fugaz y nunca sabes si son sentimientos verdaderos y genuinos o si en realidad son relaciones sociales cuya única finalidad es obtener algo de alguien. En el momento que nos damos cuenta que realmente somos dueños de algo, en ese instante todo se viene abajo; se esfuma todo sin darnos cuenta, como si nunca hubiese existido. Todo se pierde, se desvanece, desaparece sin dejar huellas y de repente nos encontramos en ese estado de tristeza constante que después de un tiempo ya se vuelve costumbre. Así es como la vida se encarga de demostrarnos que las cosas sólo suceden una vez y que hay que saber apreciar el momento, que no somos dueños de nada y que nada es eterno, ni siquiera los recuerdos, lo único que sobrevive es ese sabor amargo que se queda después de que terminó el instante efímero de sentimiento. La vida pasa ante nuestros ojos y no somos capaces de darnos cuenta de que nuestras horas y días están contados.

Una de las cosas que deberíamos aprender es a no dejar de hacer lo que queremos por esperar algo incierto, así a nadie se le pasaría la vida en vano y experimentaríamos más momentos de felicidad, de amor y de amistad. La tristeza se desvanecería por un instante y no estaría tan presente en nuestras vidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario