domingo, 1 de enero de 2017

"Casualidades" que te cambian la vida


Soy de las que defiendo que, en realidad, las casualidades no existen. La vida no es un accidente regido por la suerte. En realidad, cada uno recoge lo que siembra, ya que estamos sumergidos en un aprendizaje constante. No sabemos si las "casualidades" son producto del azar, del destino o de cada uno de nuestros actos previos. Lo que sí sabemos es que, en ocasiones, la "suerte" está a nuestro favor y nos trae cosas y personas que valen la pena, que nos aportan felicidad. 

Las casualidades, coincidencias y sincronicidades

La vida es un libro que vamos escribiendo día a día porque, en cada momento, acontecen maravillosas "casualidades", pero también surgen otras que no resultan tan positivas. Ahora bien, en mi caso, lejos de llamarlo casualidades, prefiero hablar de coincidencias. 


  • En el día a día vivimos ciertas coincidencias que, a nuestro parecer, carecen de significado. Sin embargo, cada cosa que nos encontramos, vemos y sentimos son resultado directo de cada una de nuestras decisiones.
  • Las casualidades "existen", pero la mayoría de las veces acontencen porque nosotros mismos somos agentes activos de nuestra realidad. 
C.G.Jung acuñó el interesante término de sincronicidad para hablar de otro tipo de "casualidades": son la coincidencia temporal de dos o más eventos que, a pesar de estar relacionados entre sí, no son causa uno del otro. 

Esas casualidades que nos traen la felicidad

Para nosotros que nos limitamos a vivir la vida sin preocuparnos demasiado por discusiones filosóficas sobre si es el destino, la suerte o nuestra mente quien favorece esas coincidencias, lo único que deseamos es que todo lo que ocurra sea bueno. Por ello, estaría bien reflexionar brevemente sobre estas dimensiones:

Las coincidencias se ven favorecidas por una actitud positiva

De todo lo que uno "lleva puesto", lo más importante es la actitud, pues ésta es la que nos va a dar fuerzas para hacer frente a nuestro día a día, para salir a la calle y sonreír, ver las cosas buenas del mundo que te rodea y afrontar las dificultades con optimismo. 
  • Si nuestra actitud no es abierta o receptiva, dejaremos escapar muchas oportunidades y situaciones que, de alguna manera, podrían mejorar nuestra realidad. 
  • Quien opta por mantener una actitud cerrada, defensiva y negativa sólo recibirá lo mismo. Es como estar inmersos en esa visión de túnel donde sólo vemos un punto final, el nuestro, sin descubrir todo lo que acontece a nuestro alrededor. 

El pilar del amor propio

¿Qué tiene que ver el amor propio en las coincidencias? Muchísimo. Quien carece de amor propio se limita sólo a dejarse llevar, a permitir que sean los demás o el propio ritmo de vida quienes les traigan sus casualidades. 
  • Es necesario ser artífices de nuestra propia realidad y, por tanto, es importante disponer de amor propio, autoestima y determinación para saber "qué sí y qué no", qué camino tomar y qué sendero evitar según nuestros propósitos y decisiones. 

No temas a la incertidumbre 

Las personas tenemos la necesidad de tenerlo todo bajo control. A nuestro cerebro no le gusta la incertidumbre ni lo imprevisto. 

Ahora bien, es importante saber aceptar que hay cosas que no podemos dominar ni predecir y que las propias coincidencias forman parte de la incertidumbre de la vida. 

Se trata sólo de dejarse llevar, de fijar nuestra acción en aquellas circunstancias que sí podemos controlar para que el resto acontezca a su ritmo. 

Con una buena actitud, esperanzas, resistencia a la incertidumbre y una buena autoestima, la puerta de la felicidad, tarde o temprano, se abrirá ante nosotros para traernos aquello que soñamos. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario